viernes, 25 de enero de 2013

De caducidades y consumo responsable

Hace unos días saltaba a los medios de comunicación una noticia que, una vez más, me hace tener algo que decir al respecto. Sobre la cantidad de alimentos que se tiran en los restaurantes y en los supermercados, porque están caducados pero que en cambio se encuentran en estado óptimo de consumo, la noticia era que se está barajando la posibilidad de ampliar los plazos de caducidad de los productos alimenticios, a fin de evitar que se tiren alimentos en buen estado.

En principio, esto parece lógico. Porque claro, que con la que está cayendo resulte que se tira comida en buen estado por puro "capricho" resulta del todo alarmante. Pero aquí está la información que no es completa, como en muchos otros casos.

Os empezaré hablando de qué es esto de la caducidad o porqué consumo preferente. Bien, como sabéis existe una legislación que regula la información que se suministra al consumidor, y entre esta la información de la duración mínima del producto es una de ellas. Esta duración mínima se puede indicar de varias maneras siendo la de caducidad la más importante.



Cuando nos indican una fecha de caducidad, la información que nos están dando es "si consume este alimento después de esta fecha, éste puede suponer un riesgo para su salud". O lo que es lo mismo, si tomándolo en fecha enfermas, es mi culpa, pero si lo haces fuera de fecha, allá tú.

La fecha de consumo preferente es casi lo mismo pero no exactamente, también nos habla de la fecha límite para su consumo pero no nos dice que esta sea por problemas para nuestra salud, si no más bien que fuera de esta fecha el producto puede no encontrarse en las condiciones idóneas (ternura, dureza, color, etc.).



Como imaginaréis estas fechas no se ponen al azar y dependen mucho del producto, de su método de conservación, su forma de preparación, etc. Estas fechas están basadas en evidencias científicas en cuanto a duración, a vida útil que se denomina. Que ahora dice el Estado que no, que todo se amplía en una semana, ¿y eso? No creo que esta sea solución alguna.

Está claro que todos en nuestras casas podemos decidir libremente qué consumir y de qué modo, y si hacer caso o no a lo que nos recomienda el etiquetado de los productos que consumimos. O ¿por qué no decirlo? Nos fiamos de olores, colores o sabores... ¿o nadie ha abierto un paquete de algo y se ha dado cuenta que estaba caducado al probarlo? O lo contrario, viendo la fecha se prueba y... pa' dentro! Ni lo uno ni lo otro, pero en casa de uno, allá cada cual.

Pero esto no vale para los que nos suministran esos alimentos y los que nos lo sirven, evidentemente. Yo como consumidor quiero cosas que pueda almacenar, si así lo deseo o lo necesito. Pero ahí están comerciantes que abaratan el precio de productos próximos a su vencimiento, para facilitar su venta. El cliente obtiene una rebaja de precio por llevarse un producto que deberá consumir de manera más rápida. Yo esto lo veo perfecto. Y hasta aquí, no se tiene porqué tirar nada.

Una buena planificación de las compras, en base a las ventas, hará que la rotación de los productos más perecederos sea la correcta y no se tengan que tirar estos por encontrarse en mal estado. Aparte, tengamos en cuenta que  muchos de los productos frescos cuentan normalmente con devolución, es decir, si no se venden, se pueden devolver al fabricante, que lo moverá probablemente por círculos de consumo más próximo y solucionado el problema. Otra cosa es que yo, como distribuidor entre las negociaciones se elimine esto de la devolución. Pero eso ya es cuestión de las gestiones de cada empresa.

Los restaurantes o demás sitios donde se sirve de comida, resulta según las noticias y los reportajes de investigación que también tiran un montón de comida. Y yo digo, según. Porque si la gestión es buena, se tienen bien calculadas las raciones, el volumen de comensales, etc. No se tiene porqué tirar una cantidad ingente de comida, de hecho no se debería de volver mucha en los platos y si sobra de lo que se ha preparado, es que esta no se ha hecho de manera correcta y se deberá mejorar la gestión para evitar esta pérdida, porque comida elaborada que se tira porque no se sirve se pierde dinero y no creo que a nadie le interese perder.

Así que bien, como veis hay varias cosas. Las fechas de consumo que nos dan a nosotros como consumidores los fabricantes de los productos alimenticios que consumimos, que dicho sea de paso es de mención obligatoria en el etiquetado. Y por otro lado, están los que nos venden y los que elaboran y venden alimentos. Las causas de tirar alimentos en buen estado en cada uno de estos casos es diferente, pero en general se minimiza con una óptima planificación de las compras y del consumo.

Mi aportación a este tema, ya que no voy a entrar a planificar compras ni consumos es daros algunas ideas para que al menos en casa no tiréis comida. La bolsa de restos orgánicos tienen que ir solo con peladuras y cáscaras, ¿vale?

Mi consejo es que planifiquéis las compras adecuadamente, sobre todo la de los productos perecederos. También que organicéis adecuadamente los frigoríficos y congeladores, así como las despensas siguiendo la máxima "lo primero en entrar, es lo primero en salir". También es importante que planifiquéis las comidas, que ajustéis cantidades y que sepáis sacar partido a los restos o sobras.

Así que mi propuesta, para evitar que en casa tiremos comida va a ser daros ideas de aprovechamiento. Alguna hay ya en el blog y prometo más. Con restos de carne de cocido podéis hacer  croquetas, empanadillas o canelones. Que tenéis restos de pollo, igualmente en ensaladas, sandwiches, con verduras... ufff, lo que la imaginación os mande. Verduras que ya están poniéndose feas, pisto, sofritos.

Seguro que muchos de vosotros tenéis también recetas de "aprovechamiento" y sobre todo, las que van surgiendo, porque muchas veces sobre la marcha puede ser que se nos ocurra algo diferente y que incluso pierda la categoría de "sobra" para ser un plato importante.

Así que adelante, procurad que no os sobre comida y si os sobra..  ¡Imaginación al poder! Pero ante todo, procurad eso, que no acabe nada en basura, ni la comida ni los alimentos. 

Y como veis, en esto poco tiene que ver que las fechas de caducidad sean mayores o menores, ¿no creéis?

Salud!

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón. Yo provecho mucho y si está caducado lo abro y si a la vista está bien, lo huelo y si huele bien, lo pruebo y si me sabe bien lo aprovecho.
    Yo hago mucha comida de sobras, que salen cosas muy ricas. Croquetas, pudings, tortillas, sopas, purés, y hasta cake pops con los restos de bizcochos o magdalenas duras.
    Lo mejor es planificar y si nos pasamos, aprovechar todo lo antes posible.

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    1. Gracias Chary por tu comentario. Y seguro que las ideas que sugiera como recetas de aprovechamiento no te sorprendes ;) pero es bueno esto, saber planificar y luego eso, saber sacar provecho de las sobras.

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