miércoles, 17 de julio de 2013

Del "SIN" o cómo volverse loc@

Volvemos al ataque con la moda de los "sin", el "saludable" y demás. Véase producto para rebozar sin huevo, nada nuevo en el mercado pero que sí introduce un matiz nuevo en la publicidad ya que no es el sin huevo, para quienes no puedan/quieran tomarlo, en sin huevo porque es "más saludable".

Pan de molde hecho en casa, con ingredientes de origen conocido.
 ¿Sin? ¡Con !
Estoy un poco cansada de que me vendan la historia de sin huevo, sin leche... como saludable. ¿Qué tiene de más saludable quitar el huevo para añadir otros espesantes? ¿O qué tiene de saludable quitar la leche de vaca para poner preparados de soja?. Para la población en general, me refiero, ya que si por problemas de salud no se pueden consumir determinados ingredientes está claro que eliminarlos sí es saludable. 

Por suerte hoy día tenemos multitud de productos que nos permiten cocinar sin azúcar, sin leche, sin huevo, sin gluten ... pero de ahí a vender lo contrario como poco saludable me parece que es mucho pretender.

En el ámbito privado os comento también el caso de una ocasión en que a una celebración alguien llevó dulces artesanos, ante un auditorio eminentemente femenino se argumentó que -"es sin huevo ni leche, así que lo podéis tomar, porque no engorda"- de barbaridades de este tipo está el lenguaje coloquial está lleno, lo sé, pero no puedo con argumentos inciertos o parciales y sobre todo, no puedo con el acto de demonizar determinados alimentos. Os hablaba del huevogluten y lactosa y el equilibrio  hace un tiempo y os lo refresco aquí.


Que quede claro que el "engorda" pretende hablar del valor calórico de los alimentos y no estrictamente, porque algo con muchas calorías no tiene porqué "engordar" si el organismo las necesita. Así que animo a desterrar esta terminología del vocabulario. Y otra cuestión importante en este asunto es en qué nos vienen esas calorías porque no es lo mismo que me las den grasas saturadas, que el que me las den hidratos de carbono complejos, el valor nutricional del alimento difiera. Por eso os animo de nuevo a que leáis las etiquetas de los productos alimenticios que consumís, que os fijéis en las calorías está bien, pero mirad el resto. 

No debemos olvidar que por suerte comemos a diario y hemos de hacerlo con salud pero también con cabeza. Os animo a ello.

Salud!